¿Qué es el Bruxismo dental? Síntomas y Tratamientos

El bruxismo dental es una condición en la que una persona aprieta o rechina los dientes de forma involuntaria, generalmente durante la noche. Esto puede causar desgaste en los dientes, dolor en la mandíbula, dolores de cabeza y problemas para dormir. Algunos síntomas comunes incluyen dolor de mandíbula, dientes desgastados, sensibilidad dental y dolores de cabeza matutinos.

Para detectar el bruxismo, es importante prestar atención a estos síntomas y consultar a un dentista para un diagnóstico preciso. 

Los tratamientos para el bruxismo pueden incluir el uso de férulas nocturnas para proteger los dientes o tratamiento con toxina botulínica.

Afortunadamente la toxina botulínica, ha sido incorporada por numerosas clínicas como un tratamiento que puede complementarse a las «férulas de descarga» o «placas para el bruxismo» cuando estas no consiguen aliviar de todo los síntomas.

Cada vez son más los pacientes que solicitan el tratamiento de toxina botulínica para el bruxismo, ya que las inyecciones consiguen la relajación del músculo masetero, presentándose como una alternativa muy conveniente.

¿En qué consiste el tratamiento de toxina botulínica para bruxismo?

La aplicación de la toxina botulínica para el bruxismo es un tratamiento ambulatorio y poco invasivo. El paciente será sometido a una evaluación estética integral, donde los profesionales de Smart Dental evaluarán su caso y estimarán cuántas unidades de toxina se utilizarán según sus necesidades.

Se utiliza anestesia tópica para evitar las molestias del pinchazo y luego se procederá a aplicar las inyecciones de toxina botulínica en el músculo masetero.

De esta forma, logramos aliviar la tensión producida por este acto involuntario, relajando los músculos bloqueados, sin afectar a la capacidad de masticación.

La sesión dura alrededor de 30 minutos.

¿Cuánto duran los efectos de la toxina botulínica para el bruxismo?

Los resultados finales comienzan a sentirse tras 2 o 4 días después de la aplicación.

El efecto de la toxina botulínica para el bruxismo tiene una duración total de entre 6 y 9 meses.

Para prolongar los efectos, se recomienda volver a aplicar tras este periodo.

Es fundamental abordar el bruxismo de manera temprana para prevenir daños mayores en los dientes y mejorar la calidad de vida del paciente.

¡Esperamos que esta información os haya sido útil!

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